Revista de Crítica ISSN 2954-4904
Literatura


José Javier Villarreal (ed.), La crónica de un adelantado, UANL, Monterrey, 2017, 352 pp.


A 150 años del natalicio de Rubén Darío, la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL lanzó en 2017 el libro Darío. La crónica de un adelantado, con una introducción de José Javier Villarreal, quien describe panorámicamente las diversas publicaciones reunidas en este libro y al mismo tiempo revela las hazañas que hicieron de Darío el “Gran libertador” que menciona Borges. La selección de poemas reúne lo mejor del poeta y en el apartado final se despliegan numerosos ensayos respecto a la obra del nicaragüense.

En el ensayo Rubén Darío: cien años después, Ernesto Lumbreras hace una observación que aclara la maestría de la líricas dariana, pues atribuye su estilo a la capacidad de mimetizarse: “fue prodigiosa e insuperable: con enorme facilidad se tornaba un poeta romántico, neoclásico, parnasiano, maldito, prerrafaelista, modernista, simbolista, postmodernista, incluso, logró tonos y pasajes futuristas y creacionistas antes de Marinetti y de Huidobro”. Los nombres de criaturas fantásticas, dioses y seres sobrenaturales que pertenecieron al imaginario de los antiguos griegos y a la literatura del Siglo de Oro, realzan la sensualidad de la poesía.

La introducción nos ofrece una visión general de las obras de Darío, pero, sobre todo, hace hincapié en lo que significó cada una de ellas y el contexto en el que surgieron.  Así, Los raros es un libro que plasma las grandes inspiraciones de la poética del autor; Prosas profanas se concibe como el punto culminante de su obra; y Peregrinaciones, Cantos de vida y esperanza, y Los cisnes y otros poemas conforman páginas ricas en el lenguaje poético, el imaginario y la musicalidad características de Darío. Además, se menciona la doble raíz de la obra dariana: “Francia lo seducía y embriagaba, pero la tradición hispánica lo sostenía e impulsaba”. Esta dualidad estilística que recuerda al arte francés, pero también al español, es la característica primordial de Darío, quien podía adoptar tanto lo clásico como lo más reciente a fin de crear lo moderno.

En la selección de poemas se encuentra una muestra de la belleza de la lírica dariana. La experiencia del lenguaje, las imágenes sensoriales y, especialmente, las visuales, suponen una feliz introducción al universo literario de Darío. Los títulos son bien conocidos: “Autumnal”, “Era un aire suave…”, “Estival”, “Alba los ojos negros de Julia”, “El poeta pregunta por Stella”, “A Roosevelt”, “Nocturno”, entre otros. Finalmente, en la sección de ensayos, se presentan los textos de diversos investigadores: Alfonso Rangel Guerra, Coral Aguirre, Álvaro Salvador, Ernesto Lumbreras, Adolfo Castañón, José María Muñoz Quirós, Minerva Margarita Villarreal, Víctor Barrera Enderle, Sebastián Pineda Buitrago, entre otros.

El ensayo de Lumbreras es particularmente interesante, pues ofrece una perspectiva cabal del legado del nicaragüense en la literatura: la incesante labor de sus compatriotas por encontrar a la musa que inspiró sus versos, los detalles modernos de sus líricas y su riqueza lingüística y literaria. Además, hace alusión a las dificultades de compilar la obra completa de Darío, que incluye desde versos y prosas hasta notas periodísticas de La Nación y crónicas de viaje.

Darío. La crónica de un adelantado es un libro que no se limita a mostrar un puñado de poemas o ensayos, sino que es un conjunto que analiza, debate y complementa la obra de Rubén Darío. Permite leer con total asombro al autor y nos entrega las herramientas para comprender y adentrarse en el mar de letras del nicaragüense. Darío es un autor que sigue vivo en el presente, un poeta que transforma y crea, pero que, como el título de este volumen sugiere, siempre está un paso adelante de nosotros.

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