Revista de Crítica ISSN 2954-4904
Literatura


Pablo Sol Mora, Diccionario Vila-Matas, Universidad Veracruzana, Xalapa, 2020, 131 pp.


Admiración

No hay lector verdadero si no es lector apasionado y, en el caso de Pablo Sol Mora cuando lee a Enrique Vila-Matas, no solo es apasionado, sino devoto. La devoción, ya se sabe, no es obligada, sino asistida por la simpatía y la atracción. Sol Mora nos revela en Diccionario Vila-Matas a un autor que es en sí mismo una literatura. Baste decir que estamos ante un libro tan único e inclasificable como cualquiera de los del barcelonés. Apenas recorra el lector este volumen como si fuera un flipbook, y suspenda el pulgar a donde el capricho lo llame, no se detendrá hasta terminar la entrada de “Abismo”, “Alcohol, “Dandi”, “Locura”, “Portátil” o “Shandy”. Cada autor aspira —así sea disimuladamente— a tener un lector ideal, incluso a uno que supere sus propias expectativas. Con Diccionario Vila-Matas, a partir de hoy, cualquier ferviente lector de Bartleby y compañía, por ejemplo, se remitirá a este libro.

AKA

Also known as Enrique Vila-Matas, aunque su verdadero nombre es Rabelais, Montaigne, Cervantes, Sterne, solo que a Vila-Matas se le pegó la gana nacer español, en el año 1948. Sin embargo, sus verdaderos nombres vienen de siglos atrás. Diccionario Vila-Matas nos demuestra esas entrañas añejas, esos siglos anteriores, esas otras lenguas, esos otros cuerpos: Walser, Kafka, Gombrowicz, entre muchos más que ya descubrirá el lector.

Bucle

En la entrada “Conferencia”, Sol Mora menciona la palabra Bucle, lo cual me parece de lo más acertado, pues no otra cosa es la obra de Vila-Matas: un bucle cuya estructura solo se entiende a sí misma como su propio ADN: se narra, se construye, se forma, continúa y vuelve a sí. Nadie escribe como EVM, así como nadie escribe como Borges; cualquiera puede escribir historias de amor, novelas súper ventas, ensayos sesudos y eruditos, pero solo pocos logran realizar un bucle con su obra, así como Vila-Matas, Cervantes, Montaigne o Borges. ¿Sus imitadores? Ay, de ellos.

Cintillo

Odio los cintillos, aquellos que nos insisten en “La mejor obra del año”, “Un libro insuperable”, “Una obra que no se debe perder cualquier lector”. Pero ya se sabe que todo odio tiene sus orígenes, y esos son cintillos para vender; Diccionario Vila-Matas es un libro que se debe leer, seamos devotos o no de Vila-Matas, lo hayas leído o no, pues es un libro de crítica literaria que nos lleva también más allá de Vila-Matas, en el sentido en que nos descubre una nueva manera de hacer crítica: los diccionarios como una de las formas de la crítica literaria. No sobra decir que este Diccionario seguramente irá creciendo en las siguientes ediciones y con la mención a los próximos libros de EVM.

Diccionario

Los diccionarios han sido una de las maneras de organizar no solo una lengua, sino nuestro pensamiento mismo. Existen diccionarios de toda índole: de lenguas, obviamente, del comunismo, del chocolate, del oscurantismo, del flamenco y así, al infinito. Sin embargo, para encaminar la idea a donde quiero llegar, diré que existen otros que son del pensamiento y de la creación literaria; por ejemplo, los diccionarios filosóficos de Voltaire y Savater son en realidad una reunión de ensayos organizados a través de entradas con los temas que les inquietaban: los “Antitrinitarios” o la “Desnudez”, para Voltaire o el “Asilo” y la “Felicidad”, para Savater. Forma de diccionario han tenido, por otro lado, Léxico de afinidades de Ida Vitale y Abecedario, diccionario de una vida de Czeslaw Milosz, hermosos libros que son poesía y prosa, al mismo tiempo, pero son creaciones literarias en las que se incluye historia personal, crónica, narraciones y reflexiones. Hay otros libros bajo el orden alfabético como El diccionario del diablo de Ambrose Bierce, que es una sátira y una crítica a absolutamente todo. Unos más, como Diccionario Dickinson de María Negroni (por cierto, autora que me parece es la única que podría competir con Vila-Matas en la búsqueda de otras formas de la literatura), que es un homenaje poético, un leer y escribir desde otro poeta. Está el Diccionario crítico de la literatura mexicana de Christopher Domínguez Michael, pero este, como sabemos, es un libro que en realidad es una reunión de reseñas y ensayos que su autor recopiló en forma de diccionario, que es más bien personal y arbitrario y, en todo caso, un diccionario de autores. En fin, el Diccionario Vila-Matas es el primero en demostrarnos que la forma alfabética funciona como una manera de leer exhaustivamente la obra de un autor y hacer crítica literaria.

Enfermedad

En El mal de montano, menciona Sol Mora, EVM nos dice “soy un enfermo de literatura”, y ya se sabe que todo doliente fue antes un apasionado, al menos los enfermos del alma. Quien espera, cándidamente, que el amor y la pasión sean todo gozo y alegría es que o tiene seis años o no ha vivido. Pues como nos insiste EVM, “yo encontré lo mío en los otros”, y cuando esos otros nos demuestran y definen a nosotros mismos —como lo hace también la literatura—, es que ya está uno enfermo.

Guiones

La obra de Vila-Matas siempre me ha parecido esa obra que está entre guiones largos, esos dickinsonianos, esos que dicen tanto. Y no es que la obra del barcelonés sea una oración subordinada, de ninguna manera, sino porque Vila-Matas se esconde y se espía a sí mismo y eso lo supo muy bien leer Sol Mora: EVM se oculta de sí mismo para mostrarle al lector que es otro, es decir, con la obra del barcelonés el lector sabe que es y no es.

Música

Chet Baker piensa en su arte es una obra que, bien lo dice Sol Mora, debió haber sido publicada aparte y no en el volumen con el mismo título que reúne diversos relatos, pues es una obra breve, pero de una profundidad, de una pulsión tan propia que no acepta compañía alguna. “La poesía es el tema del poema”, nos recuerda Sol Mora citando a Wallace Stevens, y justamente eso es lo que pasa con Chet Baker piensa en su arte: la música solo se entiende y se explica desde la música, aunque parezca una paradoja, así como las matemáticas se explican desde las matemáticas. No por nada la música estaba, durante la Edad Media, dentro del quadrivium, junto a la aritmética, la geometría y la astronomía. Cuando pienso en la obra de Vila-Matas, pienso siempre en el quadrivium: música (una prosa que viene del jazz, del rock, del pop), aritmética (un autor obsesionado con los números, hasta no hacerlos redondos), geometría (una obra asimétrica siempre) y, por supuesto, astronomía (un escritor con un espacio interior que es un universo y que, al mismo tiempo, trae el universo a él).

Palabras

“Palabras de otro, palabras de otro en nuestra boca, palabras de otros hechas de uno mismo, palabras de otros vueltas propias: por aquí comienza a insinuarse el quid del arte vilamatiano de la cita”. Evidentemente estas palabras son de Pablo Sol Mora. Con esto, el lector podrá darse una idea de la prosa con la que se topará en el Diccionario Vila-Matas. “La cita y el comentario como la única literatura posible”. Estas palabras bien las pudo haber firmado EVM, pero no, también son del autor del Diccionario. Y a propósito de la cita, es tan exhaustiva la lectura de Sol Mora sobre EVM que nos dice que en Bartleby y compañía —una de las obras más conocidas y leídas del EVM— “hay alrededor de ciento veintiséis citas explícitas”.

Séquito

Cuando uno admira a un autor supone que el 89% de la población mundial lo ha leído y lo admira de la misma manera. En el caso de EVM ya sabemos que tiene un séquito de lectores en varias lenguas, sin embargo, hay lectores que no son séquito, sino guías, y eso es lo que Diccionario Vila-Matas es: una guía de lectura, una guía de crítica, una guía de pasión. Si por ahí alguien aún no ha leído a Vila-Matas y se topa con este libro, se encontrará con una serie de citas tan bien elegidas, tan bien intencionadas, que le serán propicias para querer leer de inmediato a EVM.

Sol Mora, Pablo

Sol Mora es un crítico literario que es, ante todo, un gran lector. Quien lo haya leído en Letras Libres, en Criticismo o los demás sitios donde ha publicado, sabe que es un crítico penetrante y conspicuo. El Diccionario Vila-Matas está ya unido a la obra del catalán; su autor funge como una suerte de James Boswell, solo que en el caso de Sol Mora no está pegado todo el día a su Doctor Samuel Johnson, sino que su apego a Vila-Matas es a través de la obra de este, de sus ideas, su modo de ver el mundo, de su espíritu. No tengo recuerdo de un libro de crítica literaria así, y tiene mucho tiempo que un libro de crítica no me apasionaba tanto. A quien le interese la obra de H. L. Mencken, Wilson, Reyes, Steiner et al., verá en Diccionario Vila-Matas la continuidad de esa tradición, una tradición de pasión por la literatura, del afecto y devoción a un autor, de la capacidad para señalar sus irregularidades y sus alturas.

Me he extendido ya. Y me gustaría seguir hablando de este diccionario que, como todos, viene a develarnos algo, a descubrirnos y sorprendernos, a demostrar de qué está hecha nuestra lengua y nuestras propias ideas y lecturas. Termino con una cita del Diccionario: “Así como el poeta o el novelista extraen sus obras, no de un aspecto periférico o secundario de sus vidas, sino de su sustancia, así como ellos dejan parte de sí en su escritura, así el crítico debería aspirar a que su obra refleje un compromiso vital similar. Nunca podrá́ estar exactamente al mismo nivel, pues la crítica, como se ha recordado, no posee una existencia autónoma, viene siempre después de, pero el compromiso es posible (e inevitable) si estamos leyendo en serio, si el acto de lectura pone en juego nuestra visión del mundo y nos implica por entero. Una crítica, una explicación de texto, que naciera de la misma necesidad vital que un poema, drama o novela: ése sería el ideal de dicha crítica”.

Con la obra de EVM, y con este Diccionario, tengo la sensación de que ambos autores le añaden a la literatura algo que no tenía.

Nota: el Diccionario Vila-Matas está disponible en descarga gratuita aquí: http://libros.uv.mx/index.php/UV/catalog/book/2487

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